miércoles, agosto 09, 2006

CORONTA, "el arte como ejercicio de fe"


En La ciudad de Puno había una familia con un hijo apodado coronta.

El padre era agricultor de maíz, la madre artesana ¿y el hijo? : ¡Ay! A Coronta
le gustaba el arte ...
Coronta estudia artes en Lima.
(El padre paga la carrera, pues tiene como ayudarlo)
(El hijo no pensaba en el trabajo)
“trabajar ¿para que? si mi padre tiene dinero….”.

Al enterarse un poco molesto, un poco triste, el padre viaja a Lima para convencerlo y dijo así:
¡LO HE DEJADO TODO EN PUNO, DEBERAS GANARTE EL PAN POR TI SOLO!

El padre consigue una casita humilde, pero no pobre en el distrito de Ate donde sin fe en Coronta decide no volver a verlo.

La madre en Puno aunque sin inspiración no perdía la fe…
pues era mayo víspera de “ALACITA” (pedir rogando)

Y un día al ver una gallina picoteando una coronta tuvo una gran idea: si hago una GALLINA, Y LE COLOCO TIERRA Y MAÍZ adentro la familia se reunirá.

Estaba hecha de cerámica pintada lista para vender el 3 de mayo en la feria.

Vendió todas las figuras y una fué adquirida por una turista nacional ¡que suerte! Pensó, se van para Lima…

Pasaban los días y el padre hambriento un día se topó con un cartel que decía: CALDO DE GALLINA y estaba firmado por CORONTA.

Había sucedido que Coronta, tiempo antes inspirado por una simpática gallinita de arcilla, trabajó, y pintó muchos carteles firmándolos para así encontrar a su padre.

MORALEJA
Gracias a CORONTA podemos encontrar la relación del arte con la vida, la religión, la alimentación y el valor de una familia unida, base de la sociedad, necesario en estos tiempos.

Y no debemos olvidar firmar todo lo que hagamos como me decía mi abuelito.
Todos los derechos reservados por olga engelamnn mayo 2006
Galería de arte 80 metros cuadrados, musicalización Daniel P. Willis